Slow Fish Caribe: Local Lobster Party
Por Alfonso S. Rocha Robles y Amigos de Sian Ka’an

Durante el evento de “Slow Fish Local Lobster Party”, celebrada el pasado 29 de noviembre en el hotel resort en la Riviera Maya “Fairmont Mayakoba” (Playa del Carmen, Quintana Roo), fue presentado por primera vez el sistema de trazabilidad del Baluarte Slow Food de langosta espinosa de Banco Chinchorro y Sian Ka’an. Esta cena con causa se llevó a cabo gracias al interés del hotel en promover la filosofía de pesca sustentable “Slow Fish” (campaña internacional de Slow Food) y en sumarse al proyecto de “Slow Fish Caribe” en México.
El proyecto Slow Fish Caribe, financiado por la Unión Europea, está siendo implementado por Slow Food en colaboración con sus socios Amigos de Sian Ka’an y Colectividad Razonatura en México; y la Fundación Activos Culturales Afro (ACUA) y la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (CORALINA) en Colombia.
Conoce la historia de tu pescador de langosta
Este sistema innovador de trazabilidad del Baluarte consiste en una plataforma en Internet que permitirá al consumidor de langosta tener información de quién, cuándo, cómo y dónde se capturó su langosta. Durante la temporada de pesca 2019-2020, que termina con el inicio de la veda a partir del primero de marzo de 2020, serán etiquetadas casi cuatro mil langostas con un cintillo y un código QR. El sistema permite al consumidor escanear ese código con su teléfono celular, para ser dirigido al sitio web que describe a la tripulación y embarcaciones, además de contar las fascinantes historias de los pescadores, quienes son los protagonistas de este sistema de trazabilidad.

El consumidor que adquiera langosta con este cintillo, tendrá la seguridad de adquirir un producto capturado con técnicas sustentables que han adaptado los pescadores de Quintana Roo en las últimas décadas:
Técnicas de pesca sustentable de langosta: el antes vs el ahora
1. A puro pulmón: en lugar de utilizar redes que causan daños al suelo marino y a las formaciones coralinas, está autorizado solamente el buceo a pulmón (apnea o buceo libre) con una profundidad de captura a menos de 20 metros. Esto permite que una proporción de la población de adultos reproductores cumpla su ciclo de vida, ya que liberan huevos en las zonas profundas.
2. Pesca limitada: anteriormente cada pescador realizaba su labor en cualquier zona concesionada a la cooperativa pesquera y principalmente en zonas con arrecifes. Ahora en las cooperativas de Sian Ka’an, y próximamente en Banco Chinchorro, cada pescador pescará en su “parcela”, es decir una porción de mar asignada por la cooperativa para tener un control más responsable de la pesca.
3. Casitas de langosta: antes las langostas juveniles y adultos dependían de refugios naturales para protegerse de los depredadores, por lo cual los pescadores las buscaban entre los corales y esponjas con el riesgo de lastimar otras especies de la barrera coralina. Ahora las cooperativas han instalado las “casitas”, o sea, refugios artificiales que se integran en el ambiente submarino en zonas de pastizales. Las casitas proveen a la langosta protección para multiplicarse, crecer y a su vez facilitar la labor de búsqueda por parte del pescador, garantizando la selectividad.
4. No más ganchos: antes la herramienta del gancho mataba la langosta en el momento de extraerla de su refugio, impidiendo la selección y liberación de los individuos según el sexo y las medidas. Ahora la técnica de pesca sustentable utiliza el lazo y el jamo, los cuales permiten extraer la langosta viva incluso en refugios naturales. Así una vez capturada, la langosta es medida y analizada, si es un ejemplar juvenil fuera de talla autorizada a nivel internacional (menor a 14 cm) o si es una hembra con huevos se libera al momento.
5. No a la pesca furtiva/clandestina/ilegal: en toda la costa de Quintana Roo, únicamente 6 cooperativas de pescadores tienen el permiso de pescar legalmente langosta dentro de las Reservas de la Biosfera de Banco Chinchorro y Sian Ka’an. Estas transmiten su conocimiento a futuras generaciones con técnicas sustentables de pesca y tienen una conciencia para custodiar el medio ambiente desde hace décadas. Además se capacitan constantemente para mejorar dichas técnicas y apoyar en el monitoreo de langosta entregando registros y datos de captura. Colaboran con las autoridades ambientales y las Áreas Marinas Protegidas respetando la veda obligatoria de pesca de langosta desde el 1 de marzo hasta el 30 de junio.
Conoce más sobre las actividades de este Baluarte y las cooperativas que lo integran con el Manual de Consumo responsable de Slow Fish Caribe de langosta espinosa del Caribe Mexicano.
¡Apoya la pesca legal y sustentable de langosta en el Caribe Mexicano!
Con este sistema de trazabilidad el consumidor estará asumiendo su responsabilidad sobre la salud de las pesquerías silvestres y las comunidades costeras. Además, una producción pesquera fácil de rastrear promueve la confianza y una relación más directa entre pescadores, minoristas, mayoristas, gerentes, cocineros y consumidores. ¡Así que recuerda al visitar la Riviera Maya del Caribe Mexicano, en comprar únicamente langosta de las cooperativas autorizadas y pide a tu restaurante de confianza que haga lo mismo!

Las cooperativas pescadoras de langosta: Cozumel, Langosteros del Caribe, José María Azcorra, Vigía Chico, Andrés Quintana Roo y Banco Chinchorro, están marcando la tendencia en Quintana Roo y en el mundo al ser un ejemplo internacional de pesquerías sanas y sustentables, pues se trata de pescadores que trabajan dentro de áreas naturales protegidas de gran valor ambiental para la región. Su trabajo y talento al servicio de consumidores y ecosistemas está permitiendo que la langosta que llegue a su mesa sea la más rica, no solo por su sabor, sino por todo el esfuerzo y la responsabilidad que conlleva pescar con técnicas sustentables.
La cena de “Slow Fish Local Lobster Party”
Gracias a la compra de 200 kg de langosta por parte de hotel resort Fairmont Mayakoba, durante la cena más de 230 asistentes tuvieron la oportunidad de probar esta delicia caribeña. Participó Karla Enciso, chef ejecutiva en Pueblito Mayakoba, quien fue delegada mexicana para Slow Fish 2019, con la elaboración de un ceviche a base de langosta con lima y una mezcla de chiles locales.

En este evento participaron integrantes de los proyectos vigentes de Slow Food Yucatán y Slow Chiapas financiados por la Fundación W.K. Kellogg. Asistieron con un stand de venta y degustación Manuel Dzib Dzib y Trinidad Puc Dzib, productores maya del Baluarte Slow Food de la pepita de calabaza la Península de Yucatán originarios de la comunidad de Ek Petz del municipio de Tixcacalcupul, Yucatán; y del Baluarte Slow Food de miel de abeja melipona xunancab, participó la joven maya experta meliponicultora Guadalupe Minelia Xiu, originaria de la cabecera del municipio de Mama, Yucatán.

La participación del proyecto Slow Chiapas con el Baluarte Slow Food del sistema milpa de Chiapas, fue a través de un postre elaborado con tostadas de maíz nativo con cacao producidas por la cooperativa Tostixim, integrada por mujeres productoras de tostadas artesanales. La chef Estefanía García, chef voluntaria de la oficina operativa de Slow Food en México (Comida Lenta A.C), elaboró un mousse de tostada de cacao sobre un bizcocho de elote sin harina (gluten free) para presentar ante el público el valor agregado y gastronómico que pueden tener unas tostadas para ser utilizadas en postres.

Oficina de Prensa en México de Slow Food
Slow Food es una organización internacional que concibe un mundo en el que todas las personas puedan acceder a una alimentación buena, limpia y justa: para los que la consumen, los que la cultivan y para el planeta. Más de un millón de activistas, cocineros, expertos, jóvenes, productores, pescadores y académicos de 160 países están comprometidos con Slow Food. En México cuenta con una oficina operativa denominada Comida Lenta AC, para más información sobre las actividades de la red mexicana visite: https://www.comidalenta.org/