En esta región el cultivo de abejas sin aguijón (llamadas “Xunankab”, o sea mujer/dama de la miel en maya) alcanzó un grado de sofisticación mucho mayor comparado con los métodos para el cultivo de Apis melliferaconocidos en Europa. La miel y cera que se obtenían de éstas colonias eran muy preciadas para los Mayas, sirviendo de intercambio económico en Mesoamérica. Esta miel es utilizada desde la época prehispánica dentro de la medicina tradicional indígena y fue el único edulcorante que existía dentro de la cultura Maya. Fue tan importante para los Mayas que tenían un dios guardián de meliponas llamado “Ah Mucen Kab”, y existen registros de su uso en códices y libros de la época colonial. Todavía esta miel es utilizada para tratar afecciones de ojos, oídos, problemas respiratorios, digestivos, de la piel; las mujeres la consumen después del parto.
Las meliponas son abejas más pequeñas que la Apis mellifera y más claras. No pican por no contar con aguijón, por lo que se defienden de intrusos a mordidas. Las colonias hacen sus nidos en troncos huecos de la selva, llamados jobones. Tienen una reina que realiza un vuelo nupcial y viven en colonias permanentes con miles de obreras.
Es una especie relacionada al paisaje selvático, muchas especies selváticas dependen de la melipona para su polinización y ellas necesitan un grado de conservación de las selvas para poder sobrevivir. La falta de selva conservada aunada a la competencia con la Apis mellifera por fuentes de alimento y sitios de anidación, han puesto en peligro de extinción a esta abeja.
La Apis produce mucho más miel que la melipona, sin embargo hoy en día se ha vuelto a valorar las abejas sin aguijón debido a su importancia cultural, ambiental y medicinal.