La fiesta de la Xunan Kaab, la fiesta de la Vida.
Por María R N Ortiz
¿Cómo surgió la idea?
“Gracias a la iniciativa del Pbro. Atilano Ceballos Loeza de la Escuela de Agricultura Ecológica U Yits Ka’an, de saber cómo los mayas ancestrales hacían ritos y cuáles eran los dioses relacionados con la miel, nace el proyecto Xunan Kaab” nos comenta Iván Jiménez Balam, quien forma parte de un grupo de epigrafistas de la región de Maní, que se han dado a la tarea de descifrar, interpretar y dar a conocer el Códice Madrid, en especial a personas que se dedican al cuidado de las abejas meliponas beecheii, abejas nativas sin aguijón. El significado que le han dado a este códice es una traducción desde la experiencia propia como indígenas mayas y la experiencia de las y los abuelos que por generación han trabajado con la abeja nativa sin aguijón de la esta región de Yucatán.
Fue a partir de estos trabajos y de una antigua tradición narrada en la Relación de las Cosas de Yucatán, de Fray Diego de Landa, que se decide retomar una antigua celebración, la conmemoración de la vida de un insecto sagrado para la cultura maya, la abeja Xunan Kaab. Al no saber exactamente en qué fecha se celebraba dicha ceremonia, por algunos indicios que señalan el término de la cosecha como una fecha especial, se decidió el 28 de octubre 2017 como un tiempo propicio festejar tanto a las abejas como al quehacer de la meliponicultura.
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De esta forma 15 grupos de mujeres, niñas, niños y familias meliponicultoras, se reunieron con sus respectivos estandartes en las instalaciones de U Yits Ka’an.
Participantes llevaron platillos elaborados con la rica miel de la Xunan Kaab, algunos tradicionales como una masa que se prepara como los pibes en el Chaa Chac, se moja la masa con miel y se tortea hasta que se elaboran trece capas, se le va poniendo una preparación de pepita para al final enterrarlo en el pib (horno en tierra), se sirve con kol (salsa) de la carne. Otros platillos fueron más contemporáneos, como trufas de cacao con miel. Estos guisos se compartieron entre todas las personas asistentes, después de que se presentaron los grupos y de un sentido ritual de apertura de la celebración.
Dar un lugar sagrado a las abejas
Se elaboró un altar donde se colocaron algunos platillos a modo de ofrenda, se le dio de comer a la tierra en cruz y se dio de beber el tradicional balché con miel de abeja melipona. También varias personas se ofrecieron voluntariamente, para prender velas alrededor y por debajo del altar para honrar a la madre tierra que nos da el alimento para celebrar el día de la Xunan Kaab.
Entre las palabras de apertura se escuchó “más que lucrar con la miel, buscamos salvaguardar las especies que se encuentran en peligro, si no hay abejas no hay monte ni vida, nos gustan las abejas por herencia de nuestros antepasados, las abejitas son las mejores polinizadoras, y lo que nos dan es sustento de nuestras familias”.
Declaración de Maní 2017
“Para el buen funcionamiento de los ecosistemas son necesarios los hongos, las algas, los gusanos, los insectos… juegan un rol crítico fundamental para estabilizar el equilibrio de un lugar…Muchos insectos desaparecen a causa de los agrotóxicos…”
Laudato Si’ N° 34, Papa Francisco
Así comienza el manifiesto que se leyó como parte de las actividades de la celebración. Este acto se hizo para hacer un llamado a todas las personas que habitan en la península de Yucatán a convertirse en guardianas de las abejas meliponas, sembrando plantas nativas para que ellas puedan obtener su alimento; cuidar su entorno evitando el uso de insecticidas que puedan dañarlas y matarlas; respetar la herencia cultural de los pueblos originarios. También se exigió a los tres niveles de gobierno que se prohíba y castigue el uso y repartición de pesticidas y agrotóxicos que exterminan a las abejas, así como detener la siembra de transgénicos en la región.
Las personas asistentes firmaron la Declaración de Maní 2017, en la que se puede leer:
“El bienestar que nos regala la meliponicultura se ha mantenido en el tiempo, como un cordón umbilical del cual nuestra cultura maya se endulza; es parte de nuestro modo de vivir: ver el mundo en equilibrio, manteniendo nuestro espíritu inquebrantable ante las adversidades”.
Meliponicultura latinoamericana, una alianza posible
Por último, cabe mencionar que se llevaron a cabo una serie de exposiciones de personas dedicadas al trabajo con las abejas sin aguijón. Epigrafistas del proyecto Xunan Kaab presentaron el Manual ancestral del manejo de la abeja melipona beecheii, la cual al día de hoy es un baluarte reconocido por Slow Food.
También entre las personas invitadas, estuvieron Tania Guadalupe García Guerra y Rubén Chico de la Unión de Cooperativas Tosepan Titataniske y guardianes del Baluarte de la miel de abejas nativas Pisilnekmej de la Sierra Norte de Puebla (Scaptotrigona mexicana) quienes presentaron cómo cuidan, recolectan y elaboran los procesos para comercializar la miel dentro de la cooperativa. El ecologista Jerónimo Villas-Bôas, meliponicultor brasileño y socio activo de Slow Food Brasil, expuso sobre la regulación de la producción y comercialización de los productos de las abejas nativas. Compartió que después de 15 años de lucha, en el 2017 tuvieron éxito en sensibilizar al gobierno brasileño para publicar un reglamento democrático que incluye todas las formas de beneficiamiento de miel que han sido usadas por productores en Brasil, óptimas para su consumo y comercialización, como la miel fermentada de abejas sin aguijón.
De esta forma Slow Food puso su grano de arena en la formación de redes y alianzas que preservan y valoran la riqueza biocultural y ecogastronómica de latinoamérica.
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